¿Batería de litio o plomo ácido? Esta es una de las preguntas más habituales cuando alguien del sector de manutención y almacenaje quiere comprar maquinaria eléctrica.
Tener en cuenta el tipo de batería a la hora de elegir tu transpaleta, apilador o carretilla elevadora es muy importante, pero… ¿Por qué decantarse por una u otra?
Hasta ahora las baterías más utilizadas han sido las baterías de plomo ácido, sin embargo, parece que el litio ha llegado para quedarse. ¿Será por las múltiples ventajas que presentan? Os contamos algunas de ellas a continuación:
Son más ligeras que las de plomo ácido, lo que aumenta el rendimiento de la máquina y la energía necesaria para moverla.
Tienen una capacidad energética mucho mayor y, por lo tanto, almacenan más energía y generan un rendimiento superior. Se estima que una máquina alimentada por una batería de litio usa un 50% menos de energía para hacer el mismo trabajo que una de plomo.
Las baterías de plomo ácido permiten alrededor de 1.500 ciclos de vida, a diferencia de las que utilizan la tecnología de iones de litio que ofrecen una duración hasta tres veces mayor. Para los que no lo sepáis, cuando hablamos de ciclos de vida, nos referimos a las cargas que hace la máquina.
Asimismo, las baterías de plomo ácido tienen que ser cambiadas una media de 2 a 3 veces a lo largo de la vida de la máquina ya sea una transpaleta, un apilador o una carretilla elevadora. Mientras tanto, las baterías de litio solo necesitarán una, lo que conlleva una vida más duradera a la par que una reducción de los costes de mantenimiento.
El efecto memoria se produce cuando las cargas se realizan de manera incompleta, de manera que, a la larga la capacidad de la batería se ve reducida.
No es el caso de las baterías de litio, la cuales podrán realizar varias cargas parciales a lo largo del día, aprovechando así los descansos de los trabajadores. De este modo, también verá aumentada la productividad en su negocio.
Entendida como la perdida de energía cuando las máquinas no son utilizadas.
Mientras que las baterías de plomo ácido necesitan una media de 8 horas para estar cargadas en su totalidad, las de litio pueden llegar a estarlo al 100% en tan solo una hora. Esto es muy beneficioso ya que significa que, al estar menos tiempo cargando, los trabajadores del almacén podrán estar más tiempo utilizando las máquinas.
Esto permite que los equipos estén conectados a la corriente eléctrica sin correr el riesgo de que se sobrecalienten y pueda ocurrir algún accidente.
La tecnología Li-Ion, gracias a su alta densidad energética, ofrece una gran cantidad de energía con una baja emisión de gases CO2.
Además, las baterías de iones de litio requieren menos cambios, y eso, a la larga, supone menos generación de residuos y, por la tanto, un menor impacto en el medio ambiente.
Las baterías de litio tienen múltiples ventajas respecto a las baterías tradicionales convirtiéndose sin duda en la gran alternativa e innovación energética del futuro.