Seguramente hayas escuchado hablar sobre apiladores en varias ocasiones, pero… ¿tienes claro qué son y en qué se diferencian con una transpaleta o una carretilla elevadora?
Los apiladores eléctricos son, sin duda, uno de los aliados clave dentro de un almacén para transportar, cargar, descargar y elevar la mercancía. En este artículo, os enseñaremos todo lo que necesitáis saber sobre este tipo de equipos de manipulación de material: qué es exactamente un apilador, cómo funciona y por qué es tan útil en un almacén.
Esta es la primera pregunta que debemos plantearnos y que trataremos de responder. De una manera muy sencilla, podríamos decir que un apilador es el resultado de dotar a una transpaleta de un mástil como elemento de elevación pero… vamos a profundizar un poco más, ¿no?
Todos los apiladores tienen en general una estructura parecida, un mástil central y una base con unas horquillas que permiten la función de elevación del pallet. El conjunto va unido al cuerpo de la máquina donde se encuentra el timón y en el caso de los apiladores eléctricos, la batería que puede ser de litio, gel o plomo ácido. De este modo, se convierten en la herramienta logística perfecta si entre las tareas de la empresa se incluye elevar cargas a varios metros para colocarlas en la parte más alta de los almacenes.
Encontramos apiladores de distintos tipos, tamaños y capacidades, pero en el artículo de hoy nos centraremos en los apiladores eléctricos.
Ahora que tenemos claro lo que son, probablemente nos vengan a la que cabeza preguntas como: ¿Cuál es el funcionamiento de un apilador eléctrico? ¿Qué hace que sean tan efectivos? Asique… ¡Vamos allá y demos una respuesta!
A diferencia de un apilador manual, un apilador eléctrico sirve para elevar cargas de manera monitorizada. Es decir, sin necesidad de que una persona ejerza su fuerza para que funcione la elevación hidráulica. En este caso, funcionan por medio de una batería que impulsa al motor que eleva la carga.
El operario debe situarse delante del pallet, de manera que las horquillas queden frente a este y puedan introducirse en los agujeros. Posteriormente, se eleva la carga a una altura de entre 15 y 20 centímetros accionando el botón correspondiente en el tiempo y, finalmente, se desplaza hacia el lugar deseado. En caso de que se quiera apilar la carga, se empezará a subir las horquillas cuando el operario esté paralelo a la estantería, para evitar (por seguridad) que el apilador se traccione con la carga elevada. Así, la manipulación se vuelve infinitamente más sencilla y no requiere ningún tipo de esfuerzo por parte del trabajador.
Aunque muchas de las ventajas las habréis ido deduciendo según o &ibamos contando, vamos a enumerarlas una a una a continuación.
Una vez claros todos estos puntos, os preguntaréis como escoger el modelo de apilador eléctrico adecuado. Para ello, hay que tener en cuenta los diferentes tipos que hay.
Si te has decidido a adquirir un apilador eléctrico para tu almacén lo mejor será que lo consultes con un profesional del sector. De este modo, se podrá cerciorar de que la compra que está haciendo será verdaderamente rentable para su empresa. En NET QUINTOS contamos con una amplia oferta con distintas capacidades de carga, alturas de elevación y precios.