4 razones para cambiar una transpaleta manual por una transpaleta eléctrica

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18-Feb-23

Como ya hemos comentado en entradas anteriores, las transpaletas se han convertido en el equipo de manutención imprescindible para cualquier almacén o superficie comercial. No pasan desapercibidas debido a su versatilidad y a la variedad utilidades que tienen: permiten cargar y descargar mercancías en camiones, transportar pales y sirven como complemento para dar soporte a las tareas de picking. Además, su coste adquisición resulta económico, teniendo en cuenta las posibilidades operativas que ofrecen y que otras máquinas no podrían resolver.


Sin embargo, al existir una gran variedad de modelos, en la mayoría de ocasiones surgen numerosas dudas sobre que modelo escoger. Seguramente, la mayoría de vosotros os hayáis preguntado, por ejemplo, si es mejor optar por una transpaleta manual o una transpaleta eléctrica para vuestro negocio.

 
Para resolver esta pregunta, pese a que primero tendréis que hacer un pequeño análisis sobre vuestras necesidades, vamos a detallaros una serie de consideraciones que os ayudarán a decidiros. Pero, antes de nada, debemos conocer la diferencia entre una transpaleta manual y una transpaleta eléctrica:


Transpaleta manual 


Se trata de un modelo sencillo, a la par que útil, que consta de doble horquilla, un mango simple con freno y tres ruedas para su desplazamiento. En cuanto a su funcionamiento y al sistema de elevación, es completamente mecánico, es decir, se realiza mediante un sistema hidráulico que se activa de forma manual. Otro aspecto importante que se debe tener en cuenta es que, generalmente, tiene una capacidad de carga de máximo 2.500 Kg. 


Transpaleta eléctrica


Se dice que es una evolución de la anterior. En este caso, pueden transportar cargas más pesadas y recorrer mayores distancias de forma rápida gracias a disponer de un funcionamiento completamente eléctrico tanto en desplazamiento como en la elevación y bajada. Asimismo, ofrecen un mayor número de equipamientos adicionales.


Una vez aclarado este primer punto, probablemente muchos ya estaréis sacando vuestras propias conclusiones, ¡No os anticipéis! Ahora es cuando vamos a daros los cuatro aspectos clave que os convencerán para decantaros por el funcionamiento eléctrico:


1.    Mayor productividad.
2.    Ahorro de tiempo.
3.    Ideal para uso intensivo y largas distancias.
4.    Menos esfuerzo para el operario.


La utilización de transpaletas equipadas con motor eléctrico puede hacer de la tarea, una acción mucho más llevadera, rápida y sin esfuerzo para el operario. Con ello, se garantiza menos fatiga, lo que, consecuentemente, se traduce en mayor productividad. De igual modo, estar diseñadas para recorrer mayores distancias con más peso, supone un ahorro importante de tiempo al mismo tiempo que, efectividad.


¿Os habéis quedado con alguna duda o querríais obtener asesoramiento? ¡Muy sencillo! Nuestro equipo de profesionales estará encantado de atenderos para juntos encontrar la solución que mejor se ajuste a vuestras necesidades y requisitos.